lunes, 10 de diciembre de 2007

Monográfico 'La mujer chadiana' y otras noticias

Hola a todos, aquí Rodrigo y Bea desde el Chad.
Muchas gracias por los correos, no sabéis la ilusión que nos hace recibirlos, nos reímos un montón intentando imaginaros por allí, con frío, la infanta que se separa, el rey con Chávez… (es que estas son las noticias que nos habéis enviado y las agradecemos mucho).
Gracias también por vuestras noticias personales, las pequeñas historias de todos los días que a pesar de estar lejos nos parecen cercanas y muy importantes. Vemos que todos estáis bien, no podía ser de otra forma.

Ya hemos cumplido dos meses aquí… ¡y tres de matrimonio!, lo celebramos por todo lo alto con tarta y muñecos de novios.

Hoy, día 28 ha sido festivo en el Chad, se celebra la proclamación de la República por el primer presidente, Tombalbaye, o sea, la independencia de Francia.
Hemos asistido a una misa por la paz…tan necesaria en este país que ha durado… ¡2 horas y cuarto! con su cante y su baile.
Después yo, Bea, he ido al Hospital y he pasado planta con la monjita enfermera italiana: Margueritte. Allí hemos tenido una desagradable sorpresa, dos pacientes han fallecido esta noche, una tragedia; como médico una frustración enorme, porque no sé de qué pero aquí no parece importar demasiado, así se lo toma todo el mundo, la muerte es algo cercano, cotidiano.

Después he ido en bici a visitar a las Hermanas Misioneras de la Caridad (las de Madre Teresa), allí me he encontrado con muchas antiguas pacientes del hospital que están en convalecencia cuando no tienen casa ni familia. Ha sido un encuentro muy grato, las he visto mejoradas, guapas y algo más gorditas (es un decir porque están todas flaquísimas) varias de ellas arrastran historias terribles de enfermedad, abandono…
Aprovecho las historias de estas mujeres para haceros un retrato de la situación de la mujer aquí.

Las mujeres chadianas de esta región, “saras”, son muy guapas, de movimientos finos, coquetas, se arreglan con discreción, muy elegantes.
Por otro lado son fuertes: físicamente he visto cómo soportan las contracciones de pie y sin decir una palabra. Cargan hijos y enormes pesos en la cabeza.
Se dedican a “las labores del hogar” siembran, cuidan y cosechan pequeños terrenos cerca de la casa (lo que viene a ser una huerta): mijo, sorgo, batata, maiz, cacahuetes… Después trabajan el grano: limpian, tamizan, en ocasiones lo tuestan y lo muelen para hacer la comida.

La comida básica de aquí se hace una vez al día y hay dos tipos: “bul” y “bulli”. La bul es una especie de masa con harina de maiz y agua, como pan sin fermentar, que comen con salsa de carne, pescado o alguna verdura. La “bulli” es una pasta líquida pero grumosa hecha con pasta de cacahuete y agua, leche, mijo… Es bastante energética. Como frutas, las locales dependiendo del tiempo; hay guayaba, mango, pomelo, papaya…El arroz es para los días festivos. Como curiosidades, las manzanas se importan de Camerún, por lo que son carísimas, la patata también es cara.
Prácticamente no hay leche de vaca o cabra. La leche en polvo es mucho más común e higiénica aunque mucho peor, la otra da muchos problemas de transporte y conservación así que casi no se usa.

Siguiendo con las mujeres, otro de sus trabajos es sacar agua del pozo más cercano y llevarla a casa, donde la conservan en tinajas de barro o calabaza. En el pozo se juntan un montón y cotorrean, cantan, lavan y trabajan como bestias. Las mujeres también se ocupan de los niños y, las que tienen, de las gallinas o pichones de casa.
La tasa de alfabetización de la mujer mayor de 6 años en nuestra zona es de entre 2 a 5% (bueno, la de los hombres es del 15 al 20%), según datos del gobierno que extraigo de un atlas (qué peligro).
Son muy pocas las que con 12 o 13 años van al colegio, ya que son útiles en casa.

El matrimonio es toda una estructura en cuanto a la realización: inicialmente, las familias se ponen de acuerdo, la familia del hombre propone una chica para el chico. A continuación se conocen y salvo catástrofe, se aceptan. La familia de la chica fija el precio de la dote (¡es así, de verdad!) y si la del chico acepta pues se pueden casar.
El hombre de la región, habitualmente, tiene varias mujeres si puede. La poligamia supone un estatus social elevado porque quiere decir que la familia ha podido pagar varias dotes y que el marido va a alimentar muchas bocas. El otro día visitamos a un hombre que tenía 24 hijos y no es nada extraño.

La poligamia es aceptada por las mujeres, así que varias viven en el mismo terreno y unas cuidan los hijos de las otras. El problema es que el marido, encima, suele tener otras mujeres “extramatrimoniales”. Esto en tiempos del SIDA es una masacre. En la consulta, cuando un hombre es VIH+ debo preguntar por el resultado de cada una de las esposas y aventuras.
Las mujeres, en los consejos familiares no tienen voz ni voto y se ven obligadas a dar de comer y vestir a hijos de primos, hermanos, hijos de cuñados…una carga diaria muy pesada.
Cuando una queda viuda, en las familias más tradicionales, la mujer pertenece a un hermano del marido, que pasa a ser su marido automáticamente. A demás, debe realizar unos ritos para purificarse, ya que se sospecha “que haya tenido algo que ver” en la muerte del marido; esto que es más un rito que una sospecha real, debe ser soportado por tradición. Por supuesto, la mujer no hereda, ni siquiera los hijos de la pareja, es la familia del marido la que se queda con todos los bienes.

La escisión es otra práctica común, no pertenecía a la tradición sara, pero los árabes la están introduciendo con fuerza. Esto imaginaros lo que supone para la dignidad y la salud de la mujer (SIDA, infecciones, problemas en el parto).

En todo este berenjenal, el obispo ha escrito una carta pidiendo “respeto” a la mujer; yo me quedé sorprendida cuando me lo dijo un cura; me daban ganas de decirle, “yo también voy a hacer el esfuerzo de respetar a los hombres”. Después de ver la situación de la mujer, pues creo que es necesario empezar por ahí.
De nosotros lo flipan cuando viene gente a comer y Rodrigo friega mientras yo estoy de sobremesa, no les cabe en la cabeza.

La mujer también tiene un peligro cercano: el alcohol, aquí hay una tasa de alcoholismo femenino elevada. También es frecuente el aborto por el miedo al rechazo, de su marido si en el mejor de los casos están casadas, o la dificultad para alimentar otra boca. La prostitución, gracias a Dios, no es muy frecuente por aquí (eso dicen los chadianos).

Pues así están las cosas por aquí… no se lo creen cuando les cuento que en España hay más mujeres que hombres en la universidad. Por supuesto están lejos de alcanzar puestos de responsabilidad, sin embargo, una gota de esperanza, ¡en Koumra y Sarh hay alcaldesA!.

Nada mais, espero haberos acercado un poco más la realidad de las mujeres por aquí. Parece que esto sólo existe en los documentales de la 2, pero es así y para empezar, pues hay que conocerlo.

Bueno, después del monográfico “la mujer chadiana”, pequeñas noticias:

- Kana, la perra de nuestro terrenito ha tenido 5 cachorros monísimos, y la muy perra no sabe quién es el padre perruno.
- El hermano Blaise, con lo pacífico que parecía, ha comprado un cerdo y una cabra, y ni corto ni perezoso se los ha cargado y tenemos el congelador lleno, para nuestro regocijo.
- Esta semana Rodrigo y el hermano Carlos han viajado a N’Djamena para buscar al provincial que viene de visita comunitaria: Silvain.
- La semana pasada hemos visitado unas escuelas y un hospital en Moisala, a unos kilómetros de aquí hacia el interior. Allí he encontrado niños que sólo habían visto a un blanco en su vida (una monjita colombiana) y yo he sido la segunda (espero haber estado a la altura). Auténticas carreras de niños que huían de mí, con cara de horror (me sentía como el de la motosierra de las películas de terror).
- El sábado celebraremos la Jornada Internacional de Lucha contra el SIDA: misa, buñuelos, peli… en familia en el hospital.

Nada mais, espero no aburriros. Seguimos adelante, trabajando mucho y dando gracias a Dios por poder estar aquí, nos sentimos privilegiados.
Ánimo con vuestro día a día, que aunque os parezca menos exótico, está lleno de historias de VIDA, gracias por compartirlas con nosotros.
Un beso:

Rodrigo y Beatriz.

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