martes, 16 de octubre de 2007

El por qué de tomar la decisión de venir un año al Chad.

Buena pregunta “¿por qué dedicar un tiempo a los más necesitados?” mirando hacia atrás, esta decisión no fue fruto de un impulso loco; ha sido el resultado final de una opción pensada, meditada y rezada.
Ambos compartimos una llamada al servicio como una forma de situarnos ante la realidad, ya era así antes de conocernos y, ahora como pareja, forma parte de nuestro proyecto de vida en común, es algo que nos enriquece y nos hace crecer.

Nuestros trabajos como profesor y médico, nos brindan día a día oportunidades de encuentro, cercanía, escucha y apoyo aunque muchas veces resulta difícil superar la mera obligación profesional y hacer del trabajo SERVICIO.
En nuestro caso, el “servicio” tiene que ver con la honestidad personal y profesional, pero es mucho más que eso.
Son la fe, la inmensa gratitud al Padre, el Evangelio como fuerza transformadora de la realidad y el ejemplo en la vida de Jesús, el punto de partida de nuestro servicio.

Y partiendo de esta base y teniendo a los Hermanos cerca, todo lo demás ha venido rodado. Un buen día, nos confesamos el uno al otro que ambos compartíamos la preferencia por los más pobres, los más cercanos a Dios. Fue un momento de apertura y encuentro único.
A partir de ahí decidimos apostar por ello con firmeza como pareja y ofrecernos a los Hermanos para lo que dispusiesen en un momento especial: nuestro primer año de matrimonio.

Bien podríamos estar en Espiral, en Venezuela o Dios sabe donde, pero, mira tú que hemos llegado al Chad.
Ambos somos unos privilegiados porque nuestras familias nos han apoyado, y nuestra situación tanto laboral como económica y familiar nos ha permitido poder dedicar este tiempo.
En fin, por lo que a nosotros respecta: “Dios escribe derecho con renglones torcidos”, y como escribía el hermano Servando, si Él se sirve de nuestra torpeza para construir su Reino, es una prueba más de su Gracia y de su grandeza.

Así que, después de todo, aquí estamos, rodeados, embriagados por una realidad escondida que esperamos poder acercaros.
Nos situamos ante esta nueva etapa con mucha ilusión; esperando ser audaces para llevar presencia y eficacia en nuestras tareas, y mantener la esperanza para obrar como si nuestra misión dependiese de nosotros sabiendo que está en manos de Dios.
Besos desde el Chad:

Rodrigo y Beatriz.

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